Vi claramente el gran papel que desempeña la inteligencia emocional en el trabajo social…
Acudí a la formación por los retos que se planteaban en mi trabajo diario relacionado con la integración de niños ucranianos en el sistema educativo polaco. Viajé a un pintoresco pueblo del norte de la República Checa con la intención de conocer a personas implicadas en cuestiones de minorías, ver su perspectiva: problemas, formas de pensar y actuar, así como aprender nuevas técnicas para trabajar tanto con refugiados como con la comunidad local. Durante este curso aprendí que no podemos cambiar a la gente. Es ridículo esperar que alguien sienta, piense y se comporte de forma diferente porque se le ofrece ayuda. La mayor responsabilidad al trabajar con personas es, en primer lugar, controlar las propias emociones, pensamientos y reacciones. Vi claramente el gran papel que desempeña la inteligencia emocional en el trabajo social, y lo a menudo que se pasa por alto.
Me alegro de que el formador que dirigía el taller estuviera preparado tanto desde el punto de vista sustancial como metodológico y, a pesar de contar con un grupo difícil, intentara facilitar nuestro trabajo casi hasta el final. Es una pena que el taller de teatro, que debería ser el tema principal de nuestras reuniones, se viera truncado en el tiempo, en favor de un día entero dedicado a ir a una escuela cercana. En mi opinión, la visita en la escuela era innecesaria e incluso – desde el punto de vista del tema de la formación – completamente accidental. Además, no me gustó el comportamiento de los participantes durante la visita, sobre todo cuando se hacían selfies con niños de siete años durante las clases abiertas y las publicaron en sus redes sociales.
Una situación ¨graciosa¨ durante el proyecto fue cuando sentí que estaba literalmente escalando una brecha generacional en forma de una hilera de los rostros ocultos tras móviles. Esperaba tener más cosas en común con los participantes que con los estudiantes con los que trabajo a diario. Resulta que comunicarse con la gente puede ser una barrera no sólo cuando hay diferencias en inglés – en mi opinión, con muchos de los participantes, la barrera de comunicación era principalmente un nivel insuficiente de interés en el tema tratado.
Considero positiva la cooperación con LEVEL UP.
Os animo a participar en movilidades de educación no formal, porque vale la pena conocer el punto de vista de otras personas y aprender algo nuevo de cada persona que conoces. Recomiendo a todos los viajes internacionales: son una forma excelente de refrescar sus normas y métodos de trabajo.
Sylwia, 30 años, la formación en Bruntal -¨ADVOCACY FOR YOU(TH)!¨
