Uczestnicy projektu pozujący do lustra.

Mis recuerdos del intercambio en Lituania podría describir con un palabra «sorpresa».

La sorpresa agradable. Cambié completamente mi perspectiva sobre este país – antes no tenía necesariamente ideas favorables sobre los países del este. Es sorprendente como los proyectos Erasmus+ pueden ayudar a romper estereotipos y patrones de pensamiento!

Una de las cosas que me chocó mucho fue la naturaleza. En Lituania hay mucha vegetación, hermosas flores y paisajes pintorescos. Recuerdo especialmente el día libre que pasamos en un viaje en solitario a Vilna. Accidentalmente nos encontramos con un desfile de la gente de Polonia: fue realmente inesperado y fascinante! Cientos o incluso miles de polacos caminaron por las calles con banderas, cantando canciones nacionales y el himno. Además, Vilna en sí, es muy encantadora y la disfruté simplemente caminando por la ciudad y mirando a su alrededor. Por supuesto, también hubo algunas aventuras locas, es decir, entrando al río para tomar una foto en el columpio. Y luego la gente se paró en la orilla y nos grabó y otros siguieron nuestro rastro y se alinearon para hacer lo que hicimos. Sin embargo, la experiencia más sorprendente que tuvimos fue mientras viajábamos en tren. Decidimos ir, a pesar de que ya no quedaban asientos, lo que sorprendió tanto a la conductora como a los pasajeros. Nos sentamos orgullosos en el suelo, y para nuestra sorpresa un joven lituano, se nos acercó y habló con nosotros durante todo el camino. Además, al regresar en el mismo tren, nos volvimos a encontrar y continuamos la conversación. Me sorprendió su apertura y disposición para hacer contactos. No sé si habría tenido el coraje de acercarme a un grupo de extraños y empezar a hablar con ellos.

Agradezco a la organización LEVEL UP por elegir a personas tan fantásticas de Polonia. Nuestro equipo estaba muy bien coordinado y lleno de energía positiva, lo que también confirmaron los participantes de otros países en «la caja de chismes». 

Mi experiencia de intercambio en Lituania es más que simplemente conocer un nuevo país. Es, sobre todo, descubrir nuevas perspectivas a hacer conexiones increíbles y vivir aventuras inolvidables. Agradezco esta oportunidad y lo recomiendo encarecidamente a todos, que participen en proyectos Erasmus+.

Marysia, 19 años, Dance it out! Intercambio juvenil, Kowno, Lituania

Lo que aprendí gracias a este proyecto fueron los conocidos nuevos, los amigos y el coraje.

Aprendí muchos estilos nuevos del baile y cómo usar mi propio cuerpo.

Conocí a muchas personas interesantes y inspiradoras. Lituania me chocó con sus paisajes hermosos, gran cantidad de las iglesias y de los lagos. La cocina y la cultura no fueron una gran sorpresa para mí, creo que es muy parecida a la polaca, pero me encontraron las barras de requesón 

Toda la organización y los organizadores de LEVEL UP formamos un equipo muy bien coordinado siempre dispuesto a ayudar en caso de algún problema. Mi mayor barrera fue el idioma, pero creo que mejoró significativamente después del viaje. La situación más divertida durante el proyecto fue la creación de una velada polaca. Nos divertimos muchísimo cocinando sopas tradicionales, polacas, inventando un baile nacional.

Fue una experiencia increíble para mí. Estoy muy agradecida por la oportunidad de ir, lo recordaré como algo maravilloso. 

Creo que los viajes así moldean nuestra personalidad y nos dan el valor para conocer la gente nueva y sus culturas. Lo recomiendo muchísimo a todos, que se den la oportunidad de vivir un proyecto así y experimentar lo que yo hice, porque creo que este viaje me cambió en un sentido positivo.

Oliwia, Dance It out! Intercambio juvenil, Kowno, Lituania

Mężczyzna idący z rękami wyprostowanymi naprzeciw siebie

El proyecto «Dance it out» es mi primera experiencia con un intercambio internacional Erasmus+.

Me alegré muchísimo de saber que mi solicitud había sido aceptada, porque el tema del proyecto coincidía exactamente con mis aficiones. Esperaba poder conocer métodos para mejorar mi bienestar a través del baile, aprender a utilizar el movimiento para expresar mis emociones y aliviar ciertos pensamientos o sentimientos negativos. Sin embargo, el proyecto me influyó no solamente en el ámbito educativo. Me cuesta mucho describir en pocas palabras las experiencias a las que vuelvo cada día y que han cambiado mi forma de percibir a los demás y a mí mismo, pero intentaré transmitir al menos una parte de lo que siento. 

La primera y quizás la más importante clase a la que asistí en este proyecto fue recuperar la fe en la gente. Estar en una comunidad donde cada persona está abierta a nuevos desafíos, tiene ganas de hablar, de ayudar a otras personas, de transmitirte varios conocimientos, por ejemplo: enseñarte pasos del baile fue una sorpresa muy positiva para mí. A diario, a menudo me canso de conversaciones que resultan ser trivialidades aburridas sobre el trabajo o los estudios, me encierro en mí mismo y me resisto a establecer contactos con otras personas. La gente que conocí durante el Erasmus me demostró que si me quedo en el entorno adecuado puedo salir de mi zona del confort y resulta que no soy nada tímida, al contrario, me gusta mucho hablar con otras personas y compartir mis experiencias.  

Lo siguiente que noté fue como preparar presentaciones y tener que presentarlas en un foro me ayudó a superar mi miedo a hablar ante un grupo grande de personas y a desarrollar la capacidad de improvisar en momentos en los que no todo salió según el plan. Me gustó mucho que durante el primer taller sobre Safe space, que fue realizado por un grupo de Polonia, aunque en algún momento hubo un malentendido en nuestro grupo, logramos comunicarnos y al final los talleres fueron evaluados muy positivamente por los participantes y por nosotros. En general, considero que la sola idea de este tipo de actividad durante un proyecto es una gran oportunidad para salir de tu zona de confort, sobre todo porque muchas personas sienten que es difícil hacer una presentación cuando tienen que hacerlo en un idioma extranjero. 

La otra cosa que tengo que mencionar, es por supuesto el baile. Después de leer el plan del proyecto, esperaba muchas clases teóricas, pero para mi sorpresa, logré probar varios estilos de baile. Definitivamente, lo que más me gustaron fueron las clases de danza terapia durante las cuales aprendimos los conceptos básicos de las técnicas del baile terapia. También talleres, durante los cuales, junto con el grupo preparábamos nuestras propias coreografía que debía mostrar la emoción de la tristeza. A pesar de esos clases, me gustaba muchísimo las del baile latino y además… el espectáculo final. ¡Fue maravilloso! ¡Solo tuvimos 1 día para crear coreografías grupales y el resultado final fue genial! 

En resumen, creo que lo más importante para mí en el proyecto «Dance it out» fue abrirme a nuevas personas y nuevas experiencias. Cuando volví a Polonia, tengo más ganas de hablar con la gente desconocida y de probar las cosas nuevas. El proyecto resultó ser una inspiración para mí para ampliar mi autodesarrollo, comenzar a aprender un nuevo idioma (italiano), que siempre había soñado, aprender y abrirme a nuevas personas y nuevas experiencias. Gracias por esta oportunidad.

¡El proyecto Dance it out! Me ayudó a abrirme a nuevas experiencias y establecer relaciones con otras personas y me mostró que, como personas a pesar de nuestras diferencias en realidad somos muy similares. Durante el viaje mejore mis habilidades en inglés, mis habilidades interpersonales y como manejar el estrés. Conocí a muchas personas maravillosas a quienes todavía extraño y a quienes espero volver a ver.

Marta, 19 años, Dance it out! Intercambio juvenil, Kowno, Lituania

Dziewczyny pozujące do zdjęcia.

Fue mi segundo proyecto de intercambio juvenil en mi vida y la segunda vez debo decir, ¡no la última!

Una vez más superó mis expectativas, visité un lugar hermoso y conocí a nuevos amigos maravillosos. En general, todos los participantes fueron geniales, aprendí cosas nuevas y muy valiosas, incluso expresar emociones a través del baile. En general me abrí y conocí a varias culturas nuevas y los costumbres en los países extranjeros. Lituania me sorprendió positivamente porque la asociaba con un país frío, pero ahí el clima era muy favorable y el entorno con un cielo despejado y sol, llevando los pantalones cortos me dieron mucha alegría. Me cuesta señalar una situación porque todo el proyecto fue muy intenso en un sentido positivo. Viví muchos momentos maravillosos. Aunque mi inglés no es del más alto nivel, me sentí muy cómoda y además todos fueron comprensivos y dispuestos a ayudar. Me gustó mucho que todos estuvieron involucrados en la clase durante nuestra actuación final todos dieron lo mejor de sí. Me gustaría escribir mucho más, pero no habría suficiente espacio, así que al final quisiera agradecer a la organización LEVEL UP por la oportunidad de participar en tal proyecto a nuestros coordinadores, que hicieron un gran trabajo durante todo el proyecto a mi grupo de amigos con los que me volví más cercano (quién sabe, sabe jaja) y en general, a todos los participantes que hicieron tan maravilloso este proyecto! ¡Ojalá hubiera más como este!

¡Me gustaría recomendar este tipo de proyectos literalmente a todo el mundo! A cualquier persona que cumpla con los requisitos. Esta es una gran oportunidad para simplemente desarrollarse, especialmente si es completamente gratuito. Puedes mejorar tu inglés, conocer gente nueva, nuevas culturas y visitar un nuevo país o ciudad. Además, no es necesario ser un filólogo destacado, solo tener un poco de voluntad, intentar abrirse y hablar con los demás y el resto vendrá. Todavía no he conocido a nadie que estuviera en un proyecto así, y después de él dijo que no era para ella y que no le gustaba. ¡Gente, úsenlo!

Szymon, 23 años, Dance it out! Intercambio juvenil, Kowno, Lituania

Wygłupy chłopców do zdjęcia.

El proyecto Erasmus + «Dance it out» fue para mí una experiencia única que cambió mi ficción del baile y sus propiedades terapéuticas.

Participar en este proyecto, me dio la oportunidad de comprender cómo se puede usar el baile como herramienta terapéutica, aportando beneficios, tanto físicos como mentales. Conocí a muchas personas inspiradoras, tanto participantes de diferentes países como coordinadores de los talleres. El intercambio de experiencias y la observación de diferentes enfoques del baile terapia fueron sumamente enriquecedores. Lo que me sorprendió, fue como las diferentes culturas integran el baile en sus tradiciones y lo universal que es su lenguaje. El proyecto fue una gran experiencia para mí en términos de idioma y cultural. Conocí a muchas personas con las que sigo manteniendo un contacto.

Lo recomiendo, animaría a otros hablando de mis experiencias. 

Weronika, 19 años, Dance it out! Intercambio juvenil, Kowno, Lituania

Dziewczyny pozujące na ławce w parku.