En febrero tuvo el placer de participar en el proyecto «Interculturality is our reality». Me puse la mochila en la espalda y me fui a vivir una gran aventura y al llegar al lugar me impresionó el lugar encantador del nuestro proyecto…
Midwolda me impresionó no solo por la hermosa arquitectura holandesa sino también por la naturaleza que nos rodeaba. Desde las primeras clases en el proyecto se sentía un ambiente agradable y a pesar de la distancia que nos separaba, todos los días nos sentíamos como una familia. Participé en muchas actividades interesantes con participantes de diferentes países, a través de las noches culturales aprendí los sabores, la historia y las tradiciones de los países. Durante las clases, pudimos intercambiar información sobre el trabajo con jóvenes y aprender nuevas soluciones. También recuerdo con mucho cariño la preparación y realización de las clases «escape room» para el grupo. Para mí fue una experiencia nueva y me ayudó a superar las barreras. Fue un tiempo laborioso, pero también memorable en un grupo maravilloso. Me gustaría agradecer especialmente a Level UP por la posibilidad de este viaje y su apoyo antes, durante y después del proyecto, a los organizadores y al grupo polaco por los recuerdos que permanecerán conmigo durante mucho tiempo. Regresé con la cabeza llena de ideas y muy motivada para seguir trabajando con los jóvenes.
¡Recomiendo encarecidamente este tipo de viajes, se puede aprender mucho de ellos y experimentar momentos increíbles!
Olga 21 años, Interculturality is our reality

En febrero de este año tuve la oportunidad de participar en el proyecto «Interculturality is our reality» en Midwold, Países Bajos…
Empezamos nuestro viaje por los lluviosos Países Bajos con una visita a la capital, y luego nos dirigimos a nuestro encantador pueblo holandés para visitar una gran parte del norte del país. Estoy agradecida por haber participado en este proyecto que ha sido para mí una aventura increíble y una oportunidad única para conocer gente nueva, culturas y desarrollarme. Tuve el placer de conocer a participantes del proyecto de una docena de países diferentes. Cada participante trajo una paleta de colores completamente diferente, lo que nos permitió profundizar en el tema del proyecto. Esta experiencia me abrió los ojos a la diversidad del mundo y me trajo mucha inspiración y lecciones valiosas. Gracias a este proyecto tuve la oportunidad de ampliar mis horizontes, obtener nuevas perspectivas y comprenderme mejor a mí mismo y a los demás. Durante las clases organizamos numerosos talleres, debates y un montón de discusiones sobre temas como el trabajo con los jóvenes en nuestras comunidades, las dificultades y las oportunidades que conlleva. Lo mejor de todo son las veladas culturales, en las que cada país ha tenido la oportunidad de mostrar sus elementos culturales, su idioma, su cocina o su música. Como «polish team» no podíamos dejar de preparar nuestro plato nacional que son los pierogi. En nuestros momentos de ocio, cogíamos los rayos del sol, caminábamos y admirábamos la arquitectura y la naturaleza que nos rodeaba, ya que la primavera cobraba vida era una sensación maravillosa. Agradezco esta oportunidad excepcional para el desarrollo personal y el intercambio cultural que recordaré para siempre. Al desarrollarme en un entorno multicultural, nos abrimos a nuevas perspectivas y obtenemos una perspectiva de vida más rica, así como experiencias diversas. Me gustaría dar las gracias a los organizadores de la formación y a las chicas maravillosas con las que he tenido la oportunidad de pasar estos momentos maravillosos. Durante la formacióń, pero tanto antes como después de ella, tuvimos el apoyo constante de LEVEL UP, lo que sin duda facilitó la obtención de mucha información sobre el proyecto.
Los viajes de este tipo son muy inspiradores y ofrecen muchos beneficios. Nos permiten abrirnos a la diversidad cultural, obtener nuevas perspectivas y experimentar cosas que no encontramos en la vida cotidiana. Conocer a gente de diferentes culturas no solo amplía nuestros horizontes sino que también nos enseña empatía, tolerancia y comprensión. Además, este tipo de formación es una especie de aventura, puede ser gran oportunidad para el desarrollo personal y el conocimiento de uno mismo de nuevo. Gracias a ella podemos cruzar nuestros propios límites, superar nuestros miedos y salir de nuestra zona de confort. Es una experiencia inolvidable que vale la pena vivir al menos una vez en la vida.
Maja 23 años, Interculturality is our reality

En febrero tuvo el placer de participar en el proyecto «Interculturality is our reality». Me puse la mochila en la espalda y me fui a vivir una gran aventura y al llegar al lugar me impresionó el lugar encantador del nuestro proyecto…
Midwolda me impresionó no solo por la hermosa arquitectura holandesa sino también por la naturaleza que nos rodeaba. Desde las primeras clases en el proyecto se sentía un ambiente agradable y a pesar de la distancia que nos separaba, todos los días nos sentíamos como una familia. Participé en muchas actividades interesantes con participantes de diferentes países, a través de las noches culturales aprendí los sabores, la historia y las tradiciones de los países. Durante las clases, pudimos intercambiar información sobre el trabajo con jóvenes y aprender nuevas soluciones. También recuerdo con mucho cariño la preparación y realización de las clases «escape room» para el grupo. Para mí fue una experiencia nueva y me ayudó a superar las barreras. Fue un tiempo laborioso, pero también memorable en un grupo maravilloso. Me gustaría agradecer especialmente a Level UP por la posibilidad de este viaje y su apoyo antes, durante y después del proyecto, a los organizadores y al grupo polaco por los recuerdos que permanecerán conmigo durante mucho tiempo. Regresé con la cabeza llena de ideas y muy motivada para seguir trabajando con los jóvenes.
¡Recomiendo encarecidamente este tipo de viajes, se puede aprender mucho de ellos y experimentar momentos increíbles!
Olga 29 años, Interculturality is our reality
